Cuperosis

sábado, diciembre 20, 2008

Las eternas protagonistas de los cuentos infantiles son niñas de mejillas sonrosadas. Las historias acaban antes de que estos personajes crezcan y descubran que sus colores a veces no reflejan tanta salud como parecía. Los pequeños capilares dilatados y enfermos que enrojecen los pómulos, en ocasiones en forma de araña, son lesiones vasculares cutáneas que se pueden prevenir y curar. Existen diversas lesiones faciales de tipo vascular que plantean problemas estéticos y complejos a quienes las padecen. Las más frecuentes son las telangiectasias (o varículas o arañas vasculares) y la cuperosis, aunque existen otras -angiomas o manchas de vino de oporto benignas- que son congénitas y que se dan en un 0,3-0,5 por ciento de los recién nacidos. "Se trata de una malformación de los capilares superficiales a nivel de la dermis que afecta mucho psicológicamente a los niños que la sufren". Pero éste sería un capítulo aparte. En estas líneas nos vamos a centrar en los dos problemas más comunes, con características y soluciones similares:" Las telangiesctasias faciales son dilataciones de las venas cercanas a la superficie de la piel que tienen el aspecto de una tela de araña. Se manifiestan principalmente a nivel de mejillas o nariz y suponen un problema, además de estético, social y laboral, ya que se han asociado injustamente al alcoholismo. Las causas de estas manifestaciones son muchas otras: excesivas exposiciones al sol, abuso del tabaco y, sobre todo, la genética. "Antes de decidirse a eliminarlas, siempre será necesaria una valoración médica para descartar la existencia de alguna enfermedad asociada ya que pueden ocultar trastornos venosos más serios". "Para lograr un diagnóstico exhaustivo y sin posibilidad de error, son fundamentales los aparatos de ultrasonido y ecografía, que son indoloros y no entrañan ningún riesgo. Estas arañas vasculares, muy difíciles de erradicar con los métodos tradicionales, que entrañaban riesgo de cicatrices, se eliminan completamente con el láser, aunque no todos los láseres pueden hacerlo".
" La cuperosis indica también la presencia de capilares dilatados en la cara, pero éstos son más pequeños (no se distingue la vena) y forman una red de microvasos. "Se puede manifestar de diferentes maneras y por diversas causas".
  • Eritrosis facial. Los capilares son muy finos y casi invisibles, y provoca, sobre todo, el enrojecimiento de las mejillas. Este problema es típico de las personas que tienen las mejillas "lozanas".
  • Cuperosis rosácea. Se produce por una alteración de la circulación de la piel del rostro. Los primeros síntomas son unas inflamaciones temporales que derivan en un enrojecimiento de la cara en determinadas situaciones (por ejemplo, al pasar del frío al calor, cuando se come algo muy caliente o ante una fuerte emoción). En la segunda fase de la enfermedad aparecen los primeros capilares dilatados. En ese momento se identifica con la cuperosis. La rosácea, más frecuente en las mujeres que en los hombres, puede, además, progresar y provocar la aparición de granitos.o Dilatación congénita. En estos casos, los capilares faciales son una característica de la persona. Afectan en general a individuos con piel clara, fina y delicada.
  • Cuperosis adquirida. Está relacionada con factores externos como las largas exposiciones al sol sin la protección adecuada o el abuso de lámparas solares. También puede atribuirse al uso de cremas a base de cortisona o a determinados cosméticos que agresivos para la piel.

Tanto en el caso de las telangiesctasias como en el de la cuperosis, la solución más sencilla para esconder de forma temporal las venitas que rodean nariz y mejillas es el maquillaje. Pero, si quiere eliminarlas definitivamente, sólo son válidas las técnicas estéticas, que actúan coagulando la sangre del capilar enfermo (las cremas, fármacos y medicina natural únicamente pueden prevenirlas o, como mucho, suavizarlas). Así, el capilar se cierra y se vuelve invisible. Según los casos, el dermatólogo o el especialista en medicina estética pueden proponer: " Los láseres de última generación. La palabra láser es un acrónimo de "Light Amplification by Simulation Emission of Radiation" ("amplificación de la luz por emisión estimulada de radiación"). Dispara un impacto de "calor" sobre el capilar venoso (como una pequeña quemadura); esto aumenta la temperatura de la sangre, que se coagula; se provoca un cambio en la coloración; el organismo reabsorbe los vasos sanguíneos dañados por el láser y, al final, desaparecen. "Es, sin duda, la mejor opción, segura y efectiva", asegura Antonio de la Fuente. Dentro de los láseres de nueva generación los más empleados son:
o El dye-láser. Tiene una longitud de onda que alcanza específicamente la sangre y, por ello, ataca de una manera precisa y eficaz los capilares alterados. El "pero" es que produce hematomas (como si le hubieran dado un puñetazo) que duran unos diez días. Por eso sólo se utiliza eno lesiones muy serias en las que la cuperosis está más difundida. Se necesitan de 3 a 5 sesiones. Cada una cuesta entre 30.000 y 40.000 pesetas.
o El nd-yag. Una luz amarilla-verde que actúa específicamente sobre la hemoglobina de la sangre y, por tanto, de los capilares. Es una técnica más suave que la del dye-láser. No provoca hematomas, solamente enrojece e hincha un poco la zona, y deja unas pequeñas costras que desaparecen en 3-4 días. Sin embargo, es menos activo que el anterior, por lo que se aconseja para casos de cuperosis ligera. Suelen ser necesarias unas 3-5 sesiones, con un mes de diferencia. Entre 30.000 y 35.000 ptas. cada una.
o El EPD. El más avanzado. "La diferencia con los anteriores consiste en que los pulsos son más largos y lentos (cuando son cortos, actúan con mucha intensidad, y por eso dejan costras) -explica el doctor Ley-. Es prácticamente indoloro (en algunas zonas sensibles se necesita anestesia en crema), se realiza de forma ambulatoria y permite reanudar la vida normal en cuanto finaliza la sesión. Durante dos o tres semanas la piel del área tratada se verá enrojecida si los vasos son pequeños, y un mes si son más grandes. Para ver los resultados definitivos tendrán que pasar, por lo menos, dos meses". Normalmente se requieren de 1 a 3 sesiones, de 10 minutos y con un intervalo de un mes entre ellas. La única precaución pre-tratamiento es no tener la piel bronceada (por las posibles despigmentaciones) y, después de la intervención, no exponerse al sol y evitar los focos de calor y los cambios bruscos de temperatura. "Estamos casi al límite para tratar estos problemas, ya que dentro de pocas semanas las radiaciones del sol serán tan fuertes que, por seguridad, habrá que esperar a octubre para intervenir", concluye Ley. El precio por sesión es de 35.000 ptas., aproximadamente.
" La luz pulsada intensa (ipl) o Epilight utiliza una energía lumínica intensa (como si fuera un láser frío). "Tiene la ventaja de que permite un control total de la potencia energética, por lo que se pueden personalizar las dosis terapéuticas en función del tipo de piel y la extensión de la afección de cada paciente", afirma el doctor Bañó. Entre 3 y 6 sesiones, con un intervalo de 3 a 4 semanas. El precio, 20.000-30.000 pesetas por sesión." Los métodos tradicionales
o La electrocoagulación. La coagulación con aguja eléctrica ha sido durante años la técnica más utilizada, pero se está viendo desbancada por el láser. "Consiste en insertar unas agujas eléctricas muy finas en el capilar dilatado visible para provocar su cierre. Este tratamiento puede ser un poco doloroso y, si no se realiza con mucha precisión, produce pequeñas cicatrices", continúa Bañó. El coste aproximado por sesión es de 20.000 ptas.
o Inyecciones. Están indicadas únicamente en cuperosis muy extensas, que ya se han tratado con láser o electrocoagulación y los resultados no han sido positivos o solamente han atenuado el problema. Se inyectan unos fármacos en el interior de los capilares para cerrarlos y que se vuelvan invisibles. "Duele bastante porque las zonas donde se localizan estos problemas son muy sensibles", advierte Juan Ley. Cuando la alteración es leve (o ya ha sido atenuada anteriormente con el láser) se requerirá una sesión y probablemente un retoque pasados 20 días. En zonas extensas se precisarán 4-5 sesiones (unas 15.000 ptas. cada una).

Aunque a veces, al cabo de un tiempo, aparecen nuevas venitas en la misma zona, no se trata, como a menudo se piensa, de antiguos capilares que reaparecen. Los tratamientos estéticos los eliminan -o minimizan- para siempre. Esas venitas suelen ser de nueva formación, ya que las personas que sufren este tipo de problemas tienen venas muy frágiles que se dilatan con facilidad. Para evitar que esto ocurra puede recurrir a cosméticos específicos y a los fármacos, que se administran con receta médica. Cuando la cuperosis o las varículas están en fase inicial (es decir, cuando solamente hay un ligero enrojecimiento o capilares muy pequeños), o para mantener la situación bajo control tras un tratamiento estético, puede optar por uno de los remedios que propone la medicina natural, que a menudo utiliza las mismas hierbas medicinales presentes en los fármacos." La fitoterapia debe seguirse durante dos meses, tanto como prevención como para el mantenimiento de los resultados de una intervención.
o Caléndula (Calendula officinalis): se utiliza como tónico para reducir localmente la inflamación. Se ponen 30 gotas en medio vaso de agua tibia y se aplica con un algodón en la zona a tratar.
o Castaño de Indias (Aesculus hippocastanum): acentúa la resistencia de los capilares. Se compra el extracto seco en cápsulas y se toman 2 al día (por la mañana y por la noche).
o Escaramujo (Rosa Canina): es depurativa, contiene mucha vitamina C y está aconsejada para proteger la piel. Se emplea la fórmula fitoterapéutica diluida. 50 gotas 1 ó 2 veces al día.
o Hierba de San Juan o hipérico (Hypericum perforatum): es útil sobre todo en casos de alteraciones por exceso de sol. Se utiliza la fórmula fitoterapéutica en tintura madre. 50 gotas 1 vez al día.
o Olmo (Ulmus campestris): tiene una actividad depurativa y drenante y es efectivo cuando la cuperosis va unida al acné. Se usa la fórmula fitoterapéutica diluida de 1 DH. 50 gotas 1 ó 2 veces al día.
o Vid roja (Vitis vinifera): protege los capilares y es antiinflamatoria. Se compra el extracto seco en cápsulas y se toman 2 al día, una por la mañana y otra por la noche.
" La homeopatía también propone dos remedios, que pueden utilizarse juntos o separados, Justificar a ambos ladosy que deben seguirse durante 3-4 meses.
o Árnica. Es el tratamiento principal para los capilares dilatados. Debe elegirse la solución 9 CH. Tomar unos 3-5 gránulos 2 veces al día.
o Pulsatila. Adecuada para las personas de cabellos y piel clara. Se puede escoger la solución 9 CH. 2-3 gránulos, 2 ó 3 veces al día.


Fuente://www. cuperosis.blogspot.com

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